1936. Renombrado arqueólogo I. J. comenzó su última aventura, siguiendo las huellas de un misterioso artefacto. Sus búsquedas lo llevaron a un templo secreto, escondido en el bosque de la selva peruana. Pronto se dio cuenta de que su búsqueda no debía ser tomada lindamente. El templo estaba protegido por una red de puzzles y trampas destinadas a protegerlo del viajero curioso.
Usamos cookies propias y/o de terceros para realizar análisis de uso de nuestro sitio
y mostrarte cosas relevantes.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OKMás información