A la atención del Sheriff; Le mandamos ésta carta por Pony express porque queremos darle la oportunidad de que renuncie a su puesto y ponga pies en polvorosa. Nuestra banda va a ir. Si no sale del pueblo para cuando lleguemos, no habrá piedad. Antes de hacerse el valiente, investigue un poco entre sus carteles de ?Se busca?, de la última vez que estuvimos por allí. Seguro que enseguida reconocerá nuestros caretos. Si pregunta a sus ayudantes, (o a las mozas del Saloon, o a algún que otro asustado puritano), le dirán que somos la cuadrilla de forajidos más perseguida y peligrosa a éste lado del Mississipi. Bueno, esa afirmación no es del todo correcta. Los más peligrosos, ¡SÍ!. Los más perseguidos, ¡NO!. Mis hermanos y yo nos encargamos bastante eficientemente de que todo aquel que nos intenta dar caza acabe a 3 metros bajo tierra en medio del desierto más olvidado del Lejano Oeste. Si quiere saber porqué volvemos ahora, sepa que ha llegado a mis oídos que tienen pensado transportar dinero y me he dicho: Frankie, eso está mal. No deberían tocar nuestro dinero sin consultarnos. Porque ese dinero es nuestro. ¿Entiende? No importa si lo mueven en tren, en carro o en el mismísimo Queen of the Mississipi. ¡Es nuestro!, así que deje su revólver en casa, alimente a su mejor caballo y lárguese. Única y última advertencia. |