Con esta sala volvemos al concepto original de los juegos de escape llegados desde Budapest en los que no hay historia, únicamente el reto de lograr escapar de la sala. En este caso, los jugadores accederéis a una habitación completamente blanca con pocos elementos sin aparente relación lógica. El equipo de escapistas deberéis resolver el gran enigma que tendréis ante vosotros sin apenas pistas (sólo dispondréis de tres) gracias al rápido uso de vuestras abiertas mentes: tendréis que pensar despacio para actuar deprisa. Sin información previa sobre lo que os encontraréis dentro de la sala salvo unas breves indicaciones sobre cómo seguir el juego, ¿seréis capaces de descifrar este enorme rompecabezas? |